Si solo les valio un adíos, un hasta luego;
un hasta mañana. Para luego volver a vernos.
Y como todo; se fue, no hubo tal reencuentro.
Que hoy, los que ayer se quisieron; en extraños se convirtieron,
que el mundo los odia, que el mundo; los dejo presos.
Que hoy esperan al mañana, para encontrarse muertos
Y darse en el júcar, su río el único beso que nunca se dieron.
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