Dos pieles, cuatro escamas,
una mirada ciega, un oido que no oye
Y una boca que no para de hablar.
Nunca disfrute de ser yo;
nunca dire que quise cambiar
Pero que facíl, que díficil es
Buscar, encontrar, amar.
Donde sueño, hablo, grito y quiero. todo ello, lo hago en poesía barata de mi consuelo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario